El compromiso social de INGIMEX
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Apadrinar con propósito: el compromiso social de INGIMEX junto a World Vision

En INGIMEX creemos firmemente que el verdadero impacto de una empresa no solo se mide por sus resultados industriales, sino también por su capacidad de aportar a la construcción de una sociedad más justa. Por eso, desde hace más de dos décadas, decidimos sumarnos al trabajo de World Vision, una organización internacional que ha dedicado su labor a transformar la vida de niños, niñas y adolescentes que enfrentan situaciones de vulnerabilidad, tanto en Chile como en el mundo.

Nuestra relación con World Vision nace desde la convicción de que cada niño merece la oportunidad de crecer en un entorno seguro, con acceso a educación, salud, alimentación y apoyo emocional. A través del apadrinamiento, no solo contribuimos al bienestar directo de quienes apadrinamos, sino que también fortalecemos comunidades completas, generando un impacto duradero que trasciende generaciones.

El apadrinamiento, para nosotros, no es solo un compromiso económico. Es una forma genuina de involucrarnos, de acercarnos, de generar vínculos reales. A lo largo de estos años, hemos compartido momentos significativos con los niños y niñas apadrinados, como sus cumpleaños, los hemos acompañado en videollamadas, y también enviamos apoyo adicional cuando lo han necesitado. Son gestos que nacen del cariño, de la empatía y del deseo de estar cerca, incluso en la distancia.

Esta experiencia ha enriquecido profundamente la cultura organizacional de INGIMEX. Nos ha recordado que la solidaridad no es una meta, sino una forma de hacer las cosas. Que detrás de cada decisión, también existe una oportunidad de hacer el bien. Esta acción nos inspira a mirar más allá de nuestros propios objetivos, y a asumir que como empresa tenemos un rol que cumplir con la sociedad.

En un mundo que cambia constantemente, donde muchas veces la urgencia desplaza lo esencial, elegimos seguir apostando por lo que realmente importa. Porque en INGIMEX estamos convencidos de que el desarrollo industrial y el desarrollo humano pueden, y deben, ir de la mano.

Acompañar la vida de un niño, desde la confianza, el respeto y la esperanza, ha sido una de las decisiones más valiosas que hemos tomado como organización. Y es una labor que seguiremos impulsando con el mismo compromiso que nos mueve día a día en todo lo que hacemos.

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